¿Reevaluar o no reevaluar? ¿Un nuevo diagnóstico?
Esa es la cuestión ¿o no?
En el proceso de crianza y educación de niños y niñas con altas capacidades, es común que las familias enfrenten momentos de duda, especialmente cuando sus hijos/as parecen mostrar desmotivación o experimentan dificultades académicas, sociales o emocionales. Es tentador recurrir a una reevaluación o nuevas pruebas, pero es importante detenerse y reflexionar: ¿es lo más beneficioso en este momento?
🚨 El impacto emocional de las evaluaciones repetidas
Cuando un niño/a ya está desmotivado o en una mala racha emocional, someterlo a más evaluaciones puede añadir una presión innecesaria. Las pruebas, aunque útiles en ciertos contextos, dependen enormemente del estado emocional del niño al momento de realizarlas. Si tu hijo está ansioso, frustrado o desmotivado, los resultados probablemente no reflejarán todo su potencial real. Además, el enfoque en «pasar» otro examen puede hacer que el niño se sienta incomprendido o incluso etiquetado, lo que podría agravar su rechazo hacia su propio proceso de aprendizaje.
Los niños y niñas con altas capacidades a menudo ya cargan con un nivel significativo de presión, tanto interna como externa, derivada de las expectativas de ser «excepcionales» y de sus propios niveles de exigencia. Repetir pruebas podría reforzar este sentimiento de estar bajo evaluación constantemente, lo cual puede llevarlos a sentirse agotados emocionalmente o a perder interés en áreas donde antes destacaban.
🎯 El verdadero desafío: Acompañamiento y apoyo emocional
En lugar de recurrir de inmediato a una reevaluación, lo más valioso para estos niños/as es un acompañamiento que responda de manera comprensiva y adaptativa a sus necesidades en un entorno que:
-
- Reconozca sus emociones y desafíos internos: Estos niños no solo enfrentan retos académicos, sino también sociales y emocionales. Un entorno empático que valide sus emociones puede hacer maravillas por su bienestar general.
- Fomente la motivación intrínseca: Más allá de cumplir con ciertas expectativas, es importante ayudarlos a reconectar con su curiosidad natural y su deseo de aprender. Eso será mucho más efectivo que basar su éxito en los resultados de pruebas.
- Ofrezca retos adecuados: La desmotivación a menudo surge cuando no encuentran suficientes desafíos o se sienten «encasillados». Proporcionar actividades que despierten su interés y les permitan desarrollarse a su ritmo es clave para mantenerlos comprometidos.
🧠 El papel fundamental del apoyo psicológico
Aquí es donde la psicología especializada en altas capacidades puede ayudarnos. Un psicólogo o una psicóloga con experiencia en este campo puede ayudar a la familia y al niño/a a identificar las causas profundas detrás de la desmotivación o los problemas de comportamiento, desarrollando estrategias para gestionarlos de manera eficaz.
¿Por qué acudir a un psicólogo?
-
- Evaluación integral: A diferencia de una prueba estandarizada, un psicólogo realiza una evaluación más completa, considerando no solo el rendimiento académico, sino también el entorno familiar, las emociones, las relaciones sociales y los patrones de pensamiento.
- Herramientas para la gestión emocional: La psicología proporciona herramientas clave para que los niños y las niñas aprendan a gestionar su estrés, su perfeccionismo y otras emociones que surgen en su día a día. Esto puede ayudarles a desarrollar una mayor resiliencia emocional, que les será útil para mantener su bienestar personal a largo plazo.
- Intervención personalizada: Los y las profesionales de la salud mental pueden diseñar intervenciones personalizadas, desde sesiones de apoyo emocional hasta estrategias para mejorar la motivación y la autoestima, adaptándose a las necesidades específicas de cada niño y niña.
- Asesoramiento a las familias: Además de trabajar con el niño y la niña, un o una psicóloga también puede ofrecer a los padres y madres las herramientas necesarias para entender mejor el comportamiento de sus hijos y acompañarlos en su desarrollo de una manera más saludable.
💡 No busquemos solo un diagnóstico, busquemos soluciones
Es fundamental entender que, aunque una evaluación puede ser útil en algunos casos, no siempre es la solución. A menudo, las familias necesitan una mirada más profunda: no se trata solo de confirmar un diagnóstico, sino de comprender qué impide que el niño/a exprese todo su potencial en ese momento y cómo podemos solucionarlo.
📢 ¡Hagamos algo diferente! Acudir a un psicólogo puede ser la clave
En lugar de centrarte únicamente en «reevaluar», considera acudir a un o una profesional de la psicología que pueda trabajar contigo y con tu hijo/a para:
-
- Resolver los problemas de fondo, como la desmotivación o el estrés.
- Ofrecer herramientas prácticas que fomenten su bienestar emocional y en la escuela o instituto.
- Mejorar la relación familiar a través de una comprensión mutua y el establecimiento de expectativas realistas.
El camino hacia el éxito de los niños y niñas con altas capacidades no siempre es lineal, pero con el apoyo adecuado, puedes ayudar a tu hijo o hija a sentirse motivado, comprendido y preparado para desarrollarse plenamente en todas las áreas de su vida.